NUTRICIÓN

 

 

 

 

LA INVESTIGACION DE LOS TRANSGENICOS AL DESCUBIERTO

 

Dr. Gilles-Eric Séralini, experto de la Comisión Europea en transgénicos ha venido invitado por la plataforma "Som lo que Sembrem" y dice que urge presionar a los gobiernos a que exijan a las compañías productoras de transgénicos que se hagan públicos los estudios de los efectos que estos alimentos tienen en la salud: "No es posible alimentar al mundo con un producto que sólo se ha probado tres meses en ratas y cuyos análisis de sangre son secretos".

 

El Dr. Gilles-Eric Séralini preside el consejo científico del Comité de Recherche et d´Information Indépendantes sur le Génie Génétique (Criigen) y durante nueve años trabajó para el Gobierno francés evaluando los efectos de los transgénicos en la salud. Ahora lo hace para la Comisión Europea. Ademas es catedrático de Biología Molecular, y especialista en toxicidad de variedades transgénicas y herbicidas y publica que; "Los transgénicos son tóxicos para la salud humana"  08/04/2009.

Se dedica a la investigación en biología molecular, cómo se hacen los organismos genéticamente modificados (OGM) y qué efectos tienen en la salud cuando los ingerimos, y sabemos que el cáncer, las enfermedades hormonales, metabólicas, inmunitarias, nerviosas y reproductivas están relacionadas con los agentes químicos que contienen los alimentos trangenicos.

 

Los principales alimentos trangenicos  que se cultivan son: Soja, maíz, algodón y colza. Las semillas llevan incorporado el veneno para los insectos. Las de maíz y soja contienen Roundup, el mayor herbicida del mundo.

 

El problema no esta queda solo en los productos aislados, sino que ademas, estos forman parte de otros alimentos, paracticamente todos los eleborados de forma industrial que contienen por ejemplo azúcar de maíz (sodas, bebidas de cola, pastelería, salsas, bombones, caramelos, chocolate...). Y los animales que nos comemos que han sido alimentados con piensos compuesdos de maíz transgénico (pollo, vaca, conejo, cerdo, leche, huevos...).

 

Aun no hay un estudio que determine en que dosis son peligrosos, no se sabe porque no se han hecho los test adecuados; sólo sabemos que nos hacen daño a largo plazo. En general, impiden que los órganos y las células funcionen bien. Pero debemos ser prudentes y evitar cualquier riesgo. Ademas los test que se han hecho con ratas, sus resultados son confidenciales. Algo anormal, ¿verdad?... Hay que pedir a los gobiernos de Europa que hagan públicos estos análisis; y, cuando lo hagan, muchos debates ya no tendrán sentido porque serán evidentes los efectos de los OGM. Yo soy uno de los cuatro expertos que han trabajado para la Unión Europea en el conflicto que se debate en el marco de la Organización Mundial del Comercio entre Estados Unidos y Europa para etiquetar los OGM.

 

La UE ha pedido los resultados de las pruebas a las compañías para aceptar o no la comercialización de estos productos, pero las compañías dicen que son confidenciales, cuando según la ley de la UE deberían ser públicos. Ya hemos ganado algún juicio contra Monsanto demostrando los efectos nocivos de los OGM que pudimos analizar. Para saber si los OGM son tóxicos, se hacen los mismos test en todo el planeta; se les da a las ratas dos dosis de maíz transgénico durante tres meses y se les hacen dos análisis de sangre, a las cinco semanas y a los tres meses. Los resultados fueron:

- aumento de grasa en sangre (del 20% al 40%),
- de azúcar (10%),
- desajustes urinarios,
- problemas de riñones y de hígado, precisamente los órganos de desintoxicación.

En España hay 100.000 hectáreas dedicadas al cultivo de maíz transgénico (casi todo en Catalunya), es la puerta de entrada de los OGM a Europa.

 

Otras investigaciones hechas sobre los efectos del Roundup (el mayor pesticida del mundo, utilizado en tres cuartos de los transgénicos) en células humanas: directamente las mata. Los expertos pedimos dos años de test sobre animales en laboratorio, tal como se hace con los medicamentos; pero entonces los OGM no son rentables. Hay un gran combate político y económico sobre este tema, y hay que decírselo a la gente: no nos permiten ver esos análisis de sangre ni conseguimos hacer el test más allá de tres meses. Esto es un escándalo escondido por las grandes compañías.

 

Además plantea el mayor desafío financiero que jamás ha existido. Hay cuatro plantas que alimentan al mundo a nivel intensivo: soja, maíz, arroz y trigo. Las compañías registran patentes sobre las plantas de estos alimentos gracias a los OGM. Quien tenga las patentes y cobre royaltis cada vez que alguien las coma o cultive en el planeta será el rey del mundo; por eso las grandes empresas farmacéuticas han empezado a hacer OGM. De hecho, las ocho mayores compañías farmacéuticas son las ocho mayores compañías de pesticidas y de OGM. Monsanto tiene el 80% de la biotecnología del mundo.

 

Todo esto empezó a mediados de los 90, todos los gobiernos de los países industrializados apostaron en el desarrollo de la industria de la biotecnología, donde se ha invertido mucho dinero público. Los gobiernos saben que hay problemas con los OGM, pero si consiguen y publican los resultados de los análisis, resultará que todo lo autorizado hasta el momento ha sido un error de graves consecuencias lo que hundiría cualquier gobierno, aun así, jamás un OGM ha sido autorizado por los ministros de Medio Ambiente de Europa.

 

Ademas los cientificos no pueden presionar ya que ni siquiera uno de cada 10.000 tiene acceso a los datos y los únicos que hacen test son las propias compañías. Estos estudios son carisimos por lo que se debería exigir a las compañías que los análisis los realizaran universidades públicas en lugar de las empresas privadas a sueldo de las compañías.

 

 

 

TRANSGÉNICOS

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